El silencio se me antoja húmedo
frondoso,
verde en la obscuridad de las palabras
como un goteo en la profundidad de un lago
o un grillo en la noche de mi cerebro.
En él
como en una cueva de ecos incesantes
como en una cueva de ecos incesantes
todo languidece ante sus misterios
y ataca
y se enfurece como un animal herido
y se enfurece como un animal herido
cuando vociferas sus secretos.
¡El silencio!
Una promesa tácita
quizá cumplida hace tiempo.
A.M.G (2014)
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